sábado, 3 de mayo de 2008


LA CREACIÓN DEL MIEDO

Jorge Julio López era hasta hace unas semanas el testigo que, con su testimonio, logró que el ex comisario de la Policía Bonaerense Miguel Etchecolatz fuera condenado a reclusión perpetua por seis homicidios, apremios ilegales y dos secuestros de personas. Hoy López es buscado intensamente en todo el país, dado que desde hace quince días desapareció y no se tuvo más noticias de él.

El albañil es, según el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, el primer desaparecido que desaparece desde el regreso de la democracia, el presidente del Tribunal que juzgó a Etchecolatz fue amenazado, así también como dos jueces federales y un fiscal del interior que investigan causas judiciales de la misma índole. Estos hechos son gravísimos para la vida institucional de un país que nunca pudo cerrar sus heridas y que, mediante este tipo de acciones, se intenta volver a lo peor del pasado. Resulta indignante que aquellos que apoyaron el golpe de Estado de 1976 y que por acción u omisión, callaron el genocidio que se estaba gestando, hoy pidan clemencia y mirar para adelante, cuando el pasado todavía no fue resuelto. Más grave aún es que estas personas que en su momento pisotearon la Constitución Nacional, hoy se amparen en ciertos derechos que ella otorga. Han pasado treinta años del último y más sangriento golpe, pero hay sectores peligrosos que lo siguen reivindicando y desconocen lo que se ha probado: el genocidio. Esos sectores son los que, desde las acciones psicológicas, los correos electrónicos y las llamadas con amenazas, intentan crear el miedo y la paranoia en la sociedad, que nunca más quiere ver falcons verdes en la puerta de su casa.

¿Hasta cuándo el gobernador de turno seguirá descabezando las cúpulas de las fuerzas de seguridad sin llegar a la raíz del problema? Se debe, entre otras cosas, modificar la educación en las fuerzas armadas y policiales, que posibilitan que la confusión de ideas y pensamientos transforme a estas personas en asesinos. Se necesita además, el compromiso explícito de las fuerzas de no incurrir en acciones que puedan desatar temores y sospechas de una vuelta a los años violentos de la Argentina.



Fecha del artículo: octubre de 2006

Publicado en: Trabajo Práctico para el Instituto Grafotécnico

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